Por Tomás Hermán.
El ucraniano Vasyl Lomachenko se enfrentará mañana al mexicano José Ramírez por el título OMB Internacional Pluma en Las Vegas en un histórico debut como profesional.
El ucraniano tiene muy claro que quiere hacer su propia historia en el mundo del pugilismo y no quiere perder un solo segundo. Ahí es nada, disputar un título intermedio en su debut como antesala del Bradley-Márquez en Las Vegas. Y como colofón, en caso de victoria, disputaría el mundial a principios del año que viene. Entra fuerte en el profesionalismo, no sin antes haber dejado huella como amateur.
A sus 25 años y con casi 400 combates como amateur (396-1), Lomachenko lo ha conseguido todo. Destacar que fue Campeón Mundial Junior en 2006, y Campeón Mundial en 2009 y 2011, Campeón de Europa en 2008 y Campeón Olímpico en Beijing 2008 y Londres 2012. Ha ganado todo en lo que ha participado a excepción del Campeonato del Mundo de 2007 donde el ruso Albert Selimov, Campeón de Europa 2006, le venció en la final por escaso margen de puntos. Vasyl tuvo la oportunidad de vengar su derrota, ya que eliminó al ruso en la primera ronda de los JJOO de Beijing 2008, y también en el World Boxing Series por puntos, torneo donde ha cosechado cinco victorias más durante 2012 y 2013. Impresionante.
Su debut no va a ser nada fácil, y es que José Ramírez es un mexicano duro que viene de conquistar su título ante Rey Bautista por puntos. Profesional desde 2006 tiene un palmarés de 25-3 (15 Kos) lo que le convierte en un tipo con pegada considerable y una mandíbula resistente hasta el momento, ya que no ha perdido en ninguna ocasión antes del límite. Técnicamente es inferior al ucraniano, aunque tiene la baza de su experiencia como profesional y un corazón guerrero. Sabe lo que es disputar 10 y 12 asaltos, conociendo sus límites y puntos fuertes. Esto puede ser esencial si el combate se prolonga como le ocurriese al gran Rigondeaux con tan solo seis combates en la disputa de su primer campeonato del mundo ante Córdoba, cuando estuvo los últimos asaltos moviéndose sin cesar y colocando golpes esporádicos para controlar su gasolina, ya que no había llegado antes a realizar tal distancia.
Vasyl tiene un boxeo muy inteligente pero a la vez batallador. Siempre se encuentra perfectamente cubierto con su guardia de escudo y sus combinaciones al cuerpo y rostro son muy efectivas. Desplazamientos suaves le permiten estar en la distancia que él quiere en todo momento, ya que le gusta llevar el tempo del combate imprimiendo su ritmo. Sin duda, su debut va a ser un espectáculo, y si cosecha triunfos en racha podríamos incluso soñar en un futuro con un duelo de bicampeones olímpicos por el mundial pluma con el mismísimo Guillermo Rigondeaux. Eso sería rematar la faena histórica. Pero lo primero es su prueba de fuego: el debut.