Por Tomás Hermán.
Peter "Chocolate" Quillin retuvo su título mundial medio OMB ante el retador Gabriel Rosado por nócaut técnico en el décimo asalto, causado por un corte en el párpado izquierdo que le impidió continuar.
Quillin tuvo muchos problemas ante un ofensivo Rosado que persiguió al campeón por todo el cuadrilátero para colocar sus golpes. Desde el inicio del combate, que fue dominado por el campeón, hasta el segundo asalto que conectó al aspirante con un crochet de izquierda que le mandó a la lona, Quillin parecía que no iba a tener una contienda muy complicada. Pero Rosado se creció, como le caracteriza a este púgil que se crece con el castigo, y presionó al campeón hasta que le enganchó en el cuarto asalto con una buena contra que le hizo bailar. El aspirante se sintió fuerte y confiado e incrementó la presión de los siguientes asaltos, con un Quillin que reculaba paso a paso para contragolpear con potentes aunque escasos golpes, y que volvió a pasar apuros en algunos momentos. La suerte le vino cuando con un buen recto de izquierda le proporcionó el corte a Rosado y el médico tuvo que detener la contienda.
Rosado se mostró indignado por la detención del combate e hizo alusión a grandes guerras sostenidas tales como Gatti-Ward y Corrales-Castillo, las cuales no fueron detenidas por corte a pesar de su aparatosidad. Lo más lamentable fueron las cartulinas de los jueces al término del combate que marcaban una diferencia de cuatro, ocho y hasta diez puntos a favor de Quillin en un combate tan igualado en el que Rosado iba a más. Las cartulinas de los comentaristas de Showtime, entre ellos el bicampeón mundial Paul Malignaggi, fueron de empate y una de ellas incluso un punto a favor del aspirante. Estas últimas son las que más se aproximaron al resultado según mi criterio y el del público aficionado. ¿Como es posible que exista tanta diferencia con las de los jueces? Lamentable. Esto es lo que está haciendo que el entusiasmo por este deporte decaiga para muchos aficionados.