Por Tomás Hermán.
El hexacampeón mundial y promotor Oscar De La Hoya ha vuelto a ingresar voluntariamente en una clínica de desintoxicación por sus adiciones.
Lástima que una figura tan importante en el mundo del pugilismo como De La Hoya se encuentre inmerso en una tan zona oscura. Lo positivo es que reconoce sus errores e ingresa voluntariamente en un centro, no dando a conocer con exactitud la adicción en la que se encuentra atrapado. Aún le queda una dura batalla al púgil californiano que ha dejado grandes eventos para la historia del boxeo. Desde que conquistase la medalla de oro en los JJOO de Barcelona 92 hasta verle caer derrotado por un ascendente Pacquiao en 2008.
Según manifestaciones del propio De La Hoya, su adición le viene desde muy temprano, llegando a afectarle en algunos de sus enfrentamientos. ¿Hubiésemos visto a otro Oscar de estar completamente recuperado y en perfecto estado de salud ante un rival como Pacquiao o Hopkins en tales contiendas? No se puede desmerecer la victoria de sus oponentes, pero seguro que podría haber conseguido algo más. A excepción de estas dos derrotas antes del límite, las otras han sido muy disputadas y, en algunos casos, incluso polémicas. Él sí podría haber vencido a Trinidad, a Mosley, o al mismo Mayweather. Para muchos les venció, ya que fueron decisiones ajustadas. Oscar, al tanto por ciento que estuviese, siempre ha dado espectáculo en todos sus combates a excepción del último ante Pacquiao, donde se vio totalmente desbordado.
El próximo sábado tendrá lugar el gran evento donde Mayweather enfrentará al púgil de De La Hoya, “Canelo” Álvarez, y no podrá estar presente en tal acto. A sus 40 años, ahora es él quien se enfrenta al rival más duro con el que se pueda lidiar: la vida.