Por Tomás Hermán.
El español Kiko Martínez se proclamó Campeón Mundial Supergallo FIB al noquear en el sexto asalto al hasta entonces invicto Jhonatan "Momo" Romero en un combate celebrado en Atlantic City, EEUU.
Cuando en febrero de este año Kiko perdió antes del límite con Frampton fueron muchos los que pensaron que se le acabó el carrete al alicantino. Pero sin embargo, le han conseguido una oportunidad para el mundial y ha dado un claro ejemplo de como se conquista un título del mundo en tierras extranjeras, algo de lo que Kiko ya puede hablar con experiencia.
"Momo" Romero hacía la primera defensa de su título. Escurridizo, rápido y muy hábil en el contragolpe, el colombiano confiaba en su estilo y no le importaba incluso ir a cambiar golpes con nuestro retador español. Y esto fue un grave error. Porque desde el primer asalto Kiko puso un ritmo infernal y sacó partido en el cambio de golpes. Presionó y presionó, tirando y tirando, ya que en el segundo asalto el colombiano no quería saber nada de la corta ni de la media distancia. Pero Kiko supo balancear su cuerpo y mover su cabeza para cortarle el paso conectándole en la zona de flotación, lo que significaba mermar su capacidad. Todo era cuestión de tiempo con un planteamiento tan perfecto que el alicantino llevó a rajatabla. Con un "Momo" flotando en varias ocasiones, éste decidió jugársela para contragolpear al español, pero la presión le pudo y tuvieron cambios de golpes que levantaron al público del Revel Resort y a más de un aficionado frente al televisor, entre los que me incluyo con euforia. Así el sexto asalto fue el definitivo en el que Kiko tiró y siguió tirando ante la falta de respuesta del colombiano provocando que el árbitro detuviea la contienda.
Kiko dio un espectáculo increíble junto al colombiano y volvió a realizar una gran hazaña nuevamente entrando en la historia del boxeo español. Seguro que el público estadounidense querrá verle de nuevo en acción con tal forma de combatir, lo que va asegurarle buenas bolsas y espectáculo para todos. Enhorabuena, porque ha trabajado muy duro para conseguirlo.